LA EQUIPACIÓN EN LAS SALAS DE ESCALADA UN PILAR FUNDAMENTAL DE CLIMBAT

Escribir sobre la equipación de escalada es un intento de entender un tema que está constantemente evolucionando, porque no hace tanto tiempo que la escalada es un deporte con tanta tirada como en la actualidad. No se encuentra demasiada información de su historia. ¡El punto de origen del concepto existe principalmente como una acción, la de poner presas a un rocódromo para crear problemas para resolver y escalar! Y no puede negarse que su origen proviene de los muros de entrenamiento personal. Ahora bien, hoy en día, se puede entender en el ámbito personal, comercial o competitivo, modelándolo de forma diferente.

La realización de esta acción está intrínsecamente ligada a una cultura y a un deporte que comienza a descubrir sus metas en competiciones internacionales y comerciales.

En Climbat, definimos la equipación como meramente comercial. Y bajo ese adjetivo ponemos toda la energía posible para llevarlo a su máximo exponente.

Para conseguir nuestro propósito, debemos decir que no sólo participan nuestros equipadores, también juegan un papel primordial nuestros técnicos y coordinadores. Su vinculación con el cliente nos permite extraer una opinión muy fidedigna a la hora de conocer el resultado de uso del producto que estamos definiendo. Por tanto podemos decir que nuestro producto final es el resultado de conocer lo mejor posible nuestro target. Un target que engloba desde los más pequeños hasta los mayores, por lo que entran todas las fisiologías posibles. Y de todos los niveles.

Para concretar más en qué parámetros nos centramos para llevar a cabo los diseños de bloques y vías, explicaremos cómo se desarrolla una jornada de trabajo en su totalidad.

La jornada de ocho horas transcurre desde las 7 h hasta las 15 h, una franja horaria en la que el rocódromo suele tener una afluencia menor.

En primera instancia comprobamos la zona que toca cambiar, delimitando todo el espacio con vallas y cuerdas para preservar la invasión de algún cliente y evitar algún susto por culpa de posibles accidentes. En caso de equipar bloque, nos prepararemos el material que utilizaremos: taladro de impacto, taladro atornillador, guantes, gafas de seguridad, cinturón portaherramientas y escaleras. En caso de realizar cuerda, además del material anterior, también nos ponemos el EPI (equipo de protección individual) arnés de pecho, casco, calzado de seguridad y el elemento de amarre, para hacer uso de la grúa.

Empezamos desmontando las vías o bloques de la zona escogida, momento para darnos cuenta de los colores, juegos de presas, dificultades y estilos que han estado en esa zona y de esta forma evitar repetir el mismo concepto e imagen. Sin embargo, en el caso de la dificultad sí prestamos atención para no realizar algo diferente, ya que el número de los niveles de dificultad de todo el rocódromo están previamente acordados dentro de un margen razonable.

A continuación, las presas extraídas se llevan a la zona de limpieza, donde tenemos un fregadero enorme, con una estructura metálica donde ponemos las presas para mantenerlas firmes y las rociamos con un jabón adecuado y ecológico que dejamos actuar unos pocos minutos, entonces aplicamos agua a presión con una Kärcher. Una vez extraída toda la suciedad de goma de pies de gato y magnesio, las dejamos secar.

Es en ese instante del día en el que empezamos a tomar decisiones sobre qué material utilizaremos para equipar la zona que nos ocupa. Los diferentes juegos se escogen teniendo en cuenta, en primer lugar, los colores de los que disponemos, ya que a la hora de plasmar los distintos juegos de presas en el muro, montaremos las líneas de bloque o cuerda creando contrastes de color. Importante si queremos que cada línea se distinga de sus vecinas. Y tanto o más relevante todavía, porque lo que queremos es llamar la atención del público cuando visualice el conjunto de la pared. Cuando escogemos las presas también tenemos en cuenta las dificultades que queremos equipar, y el tipo de pared donde equipamos, desplome, placa, slap…

Esta elección es susceptible de ser variada mientras se realiza la equipación de la zona. Para definir desde el principio de la mejor manera posible, solemos colocar una presa de cada juego en el muro, y así visualizar e imaginar cuál será el resultado final y realizar las modificaciones necesarias en este instante del proceso. No sólo definimos el sitio de cada juego por el color, sino también su dificultad aproximada.

La elección o no de utilizar volúmenes también se decide según las presas que disponemos, así si tenemos bastantes juegos de presas con tamaño grande, no solemos vestir la pared con volúmenes.

En el caso de tener un número elevado de juegos con presa pequeña, sí que ponemos. Y una vez más se hace teniendo en cuenta el color de los volúmenes que irán con juegos de presas que destaquen sus colores. En Climbat cuando equipamos, los volúmenes son parte de la estructura, por tanto, lo que estampamos en la pared, servirá para todos los bloques que construimos a su entorno.

Ha llegado la hora de crear y colocar las distintas rutas que hemos escogido. Si estamos equipando bloque, de cara a que los diferentes bloques queden a una distancia equidistante entre ellos, empezamos a equipar por uno de los extremos y vamos avanzando progresivamente, esto nos permite ir utilizando los espacios que quedan libres en el muro después de cada bloque creando una imagen homogénea y bien vestida. Cuando equipamos dos equipadores a la vez, solemos empezar uno en cada extremo y vamos haciendo hasta encontrarnos en medio, aunque a veces vamos cambiando de lado alternativamente. Entre nosotros tenemos una constante comunicación de lo que estamos equipando, en cuanto a dificultad y movimientos, de cara a no coincidir y repetir muchos. Ya sea un lanzamiento, un talón, coordinación, empotramiento, etc. Al final en todo el rocódromo conseguimos tener un sinfín diferente de movimientos y situaciones escalables.

Si bien es cierto, que desde hace unos años descubrimos una equipación dirigida hacia las nuevas tendencias, donde aparecen más movimientos de coordinación, presas con canto abierto, estructuras grandes donde desplazarse corriendo y otras novedades, en el Climbat procuramos mantener un equilibrio entre los diferentes estilos, por tanto, muchos diseños pasan por mantener movimientos y presas que podríamos encontrar en la roca, donde existe una escalada más estática, técnica y con presa menos agradecida.

En cuanto a la cuerda, equipamos entre dos o tres vías en una misma línea de cintas, procuramos que las dos primeras cintas, sean más asequibles que la dificultad propuesta y fáciles de chapar, para evitar una posible caída en los primeros metros, y así alejarnos del suelo. En la zona del desplome, incluso, son las tres primeras cintas. A partir de ahí el diseño suele ser muy diverso en cuanto a movimientos, dentro siempre de la dificultad sugerida. Para equipar distintas dificultades, diseñamos movimientos que necesitan ser interpretados, nos gusta pensar que las vías son un rompecabezas que el cliente debe visualizar y leer correctamente para superar. Podríamos decir que éste, es entre otros un signo de identidad de nuestra equipación y escalada.

Volviendo a nuestra jornada de equipación, una vez hemos plasmado todas nuestras ideas, que aprovechamos para decir que son exclusivas de la creación e inspiración de los equipadores, es decir, no seguimos ningún patrón o diseño previamente establecido. Lo comentamos porque es una pregunta recurrente entre los clientes de los rocódromos. Y es además una de las partes más atractivas e interesantes de ser equipador, la creatividad.

Bien, pues, una vez equipada toda la zona, nos disponemos a probar cada bloque o vía, para ver si el resultado final es el esperado, que mantiene la dificultad propuesta, que no tiene ningún paso no realizable, que no hay similitud entre uno u otro, nos fijamos también en posibles caídas no deseables… Y rectificamos todo lo que nos parece adecuado. Esta tarea suele obtener un mejor resultado, si somos más de un equipador y opinamos indistintamente de cada bloque o vía, sugiriendo cambios o no.

Finalmente, una vez realizado todos los cambios y etiquetado todas las vías y bloques con su dificultad, recogemos el espacio y lo abrimos al público. Que suele estar esperando para probar las nuevas creaciones. Buen momento para que el equipador observe cuál es el funcionamiento y éxito real del producto, supone un gran aprendizaje por el equipador para mejorar su función. Este acto suele realizarse con plena comunicación con los clientes, generando un feedback mutuo en torno a los problemas sugeridos.

En Climbat contamos con diferentes equipadores, es importante que exista diversidad en el estilo y una manera es contar con diferentes equipadores, ya que cada uno tiene un registro creativo que suele identificarlo.

En el centro de la Foixarda, en Barcelona, ​​contamos con Marc Carpinell como responsable de la equipación, equipa tres días a la semana, tanto bloque como cuerda, mantiene un estilo técnico y que requiere cierta lectura previa; sin embargo, es un estilo fácil e intuitivo. El siguiente con más días de equipación es Willy del Pozo, su especialidad es el bloque, equipa cada jueves. Tiene un registro muy amplio, tanto te puede equipar un bloque 100% transferible a la roca, como un bloque de lo más original, que podría estar en una competición. Recientemente, echó una mano en el equipo de equipadores en la 2ª prueba de la Copa Catalana de Bloque. Otros equipadores de nuestro equipo y que también cuentan con participaciones en la equipación de competición y, sin embargo, comercial, son Fèlix Obrado, que nos visita una vez al mes, con una experiencia de más de veinticinco años dentro de esta profesión y que mantiene con una motivación incluso mayor que el primer día. Y Gerard Rull, que también nos visita una vez al mes. Gerard tiene una facilidad innata para hacernos navegar sobre un mar de presas colocadas con originalidad.

El equipo de la Foixarda también se ve reforzado con la presencia eventual de algún otro equipador, siendo actualmente Cristina Rocabert la más habitual. Especializada en bloque, su capacidad creativa le está llevando a equipar en un gran número de salas por toda Cataluña. En total, en el centro se equipa de 4 a 5 días semanales, con un mínimo de dos días bloque y dos días cuerda.

A pesar de ser uno de los rocódromos con mayor equipación semanal, otro signo de identidad del centro es la densidad de bloques y vías, ya que es bastante elevada a diferencia de otras salas. Optamos por esta tendencia ya que tenemos un gran número de usuarios, con un público objetivo muy amplio como os hemos explicado anteriormente, esta alta densidad nos permite tener un buen número de vías y bloques en todos los niveles.

En Madrid, la equipación en el centro está dirigida por Dani Pajarillo, Dani se ocupa tanto de la equipación de bloque como de cuerda. Algo que lo define como equipador, es su afan, por conseguir hacer de cada movimiento un riesgo, hacer dudar, provocar el error del escalador, es para Dani el principal objetivo de cada diseño, dentro siempre del grado propuesto y evitando las malas caídas. 

En Zaragoza, Climbat cuenta con Carlos Logroño, también conocido como Citro, como su puntal más destacable. Su equipación es básicamente sobre vías de cuerda y mantiene un estilo muy similar a la roca, son vías bastante exigentes. En la roca es donde ha pasado la mayor parte de su vida. Colaboran también Goriz, un fichaje nuevo, que mantiene mucha motivación. Y Samu Vidal, quien aporta más experiencia en la zona de bloque.

En Sant Joan Despí equipamos dos días a la semana, uno bloque y el otro cuerda. El equipo de equipadores son Marc Carpinell y Xavi Corominas, Xavi, a pesar de llevar escasamente un año equipando, muestra un gran registro de movimientos que sabe plasmar en la pared. Con él, el nivel de la equipación ha mejorado.

En Avilés contamos con Ian Muñoz, proveniente de Brasil, aterrizó en Barcelona con un par de años de equipación en rocódromos de su país, y estuvo apoyando al equipo de Foixarda con Sergio Verdasco durante dos años, momento en que se marchó al Climbat de Zaragoza para equipar al lado de Citro. Hoy en día es el responsable de toda la equipación en Avilés.

En Bilbao se ocupa Jon, que a pesar de ser el bloque su especialidad, y dejar algunas perlas en este estilo, semanalmente sorprende con alguna vía que reta y motiva a los escaladores más asiduos, buscando que estos trabajen su técnica de manera divertida.

Aunque todos ellos también tienen cosas en común, la que más destacarías, es la creación visual de la que son capaces. Y es que la equipación no sólo es el montaje de bloques y vías, sino que tiene un componente artístico y visual que representa un porcentaje muy elevado en el desarrollo de esta profesión. Y es justamente ese componente artístico, junto con la creación del movimiento, el que seguramente mantiene viva la motivación por equipar.

Igualmente, no queremos perder la oportunidad de citar a todos los equipadores que en un momento u otro han sido parte de nuestro equipo en los últimos años, siendo así inspiradores y precursores de lo que hoy día es la equipación en Climbat. Diego Marsella, Pau Sanmartí, Victor Esteller, Sergio Verdasco, Joan Armengol, Roger Crespo y Sergio Nuñez, entre otros.

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